Cuando pensamos en realizar un video corporativo, o cualquier trabajo audiovisual, nos proponemos como premisa que el trabajo debe ser creativo, e incluso caemos en un error de principiantes, y creemos que necesariamente debe ser “algo nunca antes visto”. Y lo cierto es que siempre debemos encausar esta creatividad y dejar que las ideas fluyan de forma ordenada, sincronizada y en línea a los objetivos de la empresa.
Cuando nos proponemos innovar en las piezas audiovisuales, ya sea para videos corporativos, promocionales o presentaciones de nuevos productos, debemos tener claro que es sumamente difícil pensar en innovar en cuanto al contenido del video, ya que este debe cumplir un objetivo primordial, que es mostrar de forma objetiva y clara nuestro mensaje. Teniendo esto claro, podemos despreocuparnos de ser creativos en esta área y enfocarnos en la forma, y por supuesto la presentación o formato.
Los efectos de videos pueden adornar mucho la apariencia de nuestra pieza audiovisual, pero si esto no se realiza con moderación y cuidado, tendremos un video con aspecto muy moderno, pero lo más probable es que nuestro mensaje se diluya y esto es sin duda el peor error que podemos cometer.
Para nosotros como productora audiovisual donde más se puede echar a volar la imaginación es antes de comenzar a pensar en hacer un video, ya que si solucionamos de forma creativa como queremos entregar nuestro mensaje, lo que se haga luego solo será cosa de utilizar la tecnología existente y llevar a cabo nuestro plan de trabajo acorde al plan inicial.